En México, Pasos De Fauna no sólo son útiles: son urgentes

¡Sube el volumen! Escuche a los monos aulladores cruzando un puente aéreo de vida silvestre en la carretera Palenque-Playas de Catazajá en el sureste de México. Este es uno de los pocos pasos de fauna (diseñados específicamente para este propósito) exitosos en el país. Video cortesía de Biota Corporativo Ambiental

En México, uno de los cinco países más megadiversos del mundo, pasos de fauna son esenciales para proteger miles de especies que viven en ecosistemas fragmentados por carreteras y otros desarrollos. Sin embargo, son escasos y a menudo ineficaces en el país. La acción insuficiente del Estado mexicano, los vacíos legales y regulatorios y la falta de conciencia pública son algunos de los obstáculos que impiden el establecimiento de más estructuras para reconectar hábitats y garantizar el movimiento seguro de la vida silvestre para la conservación de la biodiversidad. 


Bienvenidos a México, un paraíso de biodiversidad que alberga el 10% de todas las especies del planeta. Este país es el hogar de la mayor variedad de reptiles en el mundo (864 especies) y ocupa el segundo lugar en diversidad de mamíferos, sólo detrás de Brasil (496 especies). Con alrededor de 360 ​​especies de anfibios, 1,800 mariposas, 1,150 aves y 23,424 plantas vasculares, México es un tesoro de vida silvestre. Además, su riqueza se extiende a hongos y microorganismos.  

Sin embargo, esta extraordinaria riqueza biológica está en grave peligro. En los últimos 30 años, México ha perdido casi el 40% de su fauna y más de 2,600 especies están en algún grado de riesgo de extinción debido al cambio climático, la contaminación, la deforestación y la fragmentación de ecosistemas. La rápida expansión de megaproyectos de infraestructura lineal, como el Tren Maya y el Tren del Istmo de Tehuantepec en el sureste, o el llamado “tren fantasma” en Ímuris, Sonora, así como carreteras, gasoductos, muros fronterizos y otros proyectos, están fragmentando los hábitats e interrumpiendo la conectividad, crucial para la supervivencia de numerosas especies.

Durante los últimos 10 años, Wildlands Network ha liderado el primer programa de ecología de carreteras en el noroeste de México , documentando los graves impactos que la fragmentación del hábitat ha tenido en la vida silvestre de Sonora debido a proyectos de infraestructura, principalmente carreteras. Al mismo tiempo, ha promovido pasos de fauna como la solución más accesible y eficaz , no sólo para mitigar estos efectos y garantizar que la vida silvestre pueda seguir prosperando, sino también para prevenir accidentes que afecten a las personas.

Varias especies de fauna que cruzan por alcantarillas y túneles, captadas por las cámaras de Wildlands Network en Sonora

Fue una buena noticia cuando, en noviembre de 2023, se añadió a la Ley Federal de Carreteras, Puentes y Autotransportes un artículo que pasos de fauna en la infraestructura vial del país. Esto marcó el comienzo de un cambio de paradigma a favor de la conectividad de los ecosistemas.

Los cambios a la ley traen esperanza para promover prácticas efectivas de cruce de vida silvestre en México, que, por ahora, apenas se pueden contar con los dedos de una mano. “El estado actual de pasos de fauna en México consiste en casos, proyectos y esfuerzos aislados que no se comunican entre sí”, explica Mirna Manteca, codirectora del Programa Noroeste de México de Wildlands Network . “¿ pasos de fauna reales, como los de otros países, con vallas, aceras o pasos a desnivel? Estos prácticamente no existen, salvo algunos casos raros. Hay drenajes y túneles utilizados como pasos de fauna , pero no fueron construidos con esa intención y no siempre son útiles para la vida silvestre”. 

Promesas versus realidad . En el sureste de México, una región de enorme diversidad de flora y fauna, con selvas, sistemas de aguas subterráneas y manglares, el Gobierno impulsa el Tren Maya, un proyecto ferroviario de 1,525 kilómetros.

Hogar de jaguares, osos hormigueros, ocelotes, monos, zorros, tortugas y serpientes, entre 170 especies en riesgo , la selva maya se está fragmentando como nunca antes. Aunque el tren fue anunciado como “el proyecto más cuidado ambientalmente en México”, con más de 500 pasos de fauna , grupos ambientalistas han denunciado que hasta el momento sólo se han documentado unos pocos drenajes transversales sin las características mínimas para proteger el libre paso de los animales. El desplazamiento de vida silvestre provocado por este megaproyecto también ha aumentado el número de incidentes de atropellos . Fotos de: Fonatur/Tren Maya (izquierda), Guillermo D´Christy/Sélvame el Tren (derecha)

 

El vacío legal   

Sin embargo, a pesar de estos cambios en la ley, el principal obstáculo para la implementación efectiva de pasos de fauna en México sigue siendo, curiosamente, el vacío legal. Desde que en noviembre pasado se emitieron los pasos de fauna obligatorios, la norma N-LEG-3/18 debería haberse actualizado en un plazo máximo de 90 días naturales. Esta norma es crucial para implementar su construcción y mejores prácticas, ya que debe especificar las características de las estructuras según el tipo de fauna, los estudios a realizarse antes y durante su implementación, el mantenimiento necesario y su frecuencia, así como las sanciones por los que no cumplen con la ley, entre otras cosas. 

Wildlands Network ha estado haciendo seguimiento puntual del tema para saber si hay avances. “De noviembre a la fecha ya se venció el plazo. Si bien la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), responsable de emitir la norma, ha respondido a nuestras solicitudes de información diciendo que está en trámite, no nos han dicho cuándo podría salir”, dice Gina Chacón, directora de Políticas Públicas de Wildlands Network México.  

Este vacío legal es aprovechado por las empresas constructoras y las propias autoridades para evitar construir los pasos de fauna o hacerlo "a su discreción" y, en el mejor de los casos, siguiendo las directrices generales de la SICT , que suponen un avance pero son claramente insuficientes.

La normativa, por tanto, es urgente. De acuerdo con Gina, “no hay ninguna excusa válida para justificar la falta de acción de las autoridades en este tema. Lo que refleja es, en el fondo, que el Estado mexicano no le da prioridad a la política ambiental y que se sigue viendo como una agenda para cuando se tenga dinero”.

Y el dinero escasea, no sólo para los programas ambientales, sino también para los de infraestructura carretera. Las carreteras mexicanas reciben hoy menos de la mitad del presupuesto que hace cinco años, y apenas en febrero pasado se anunció la cancelación del Programa de Conservación de Carreteras, al tiempo que se informaba que estos trabajos, antes realizados por proveedores, quedarían en manos del Ejército . “Los recortes presupuestarios se traducen en una falta de proyectos carreteros de calidad –explica Mirna–. Para restaurar la conectividad ecológica no sólo se necesitan datos científicos y una legislación adecuada. También es preciso asignar presupuesto para la implementación de medidas de mitigación donde sean necesarias”.

Imágenes poco comunes de un jaguar que usa un puente para cruzar bajo una carretera en Sinaloa, México. Video de Wildlands Network y organizaciones aliadas

Lo que no se cuenta no existe 

Al vacío legal también se le suma la falta de estadísticas oficiales. “No hemos podido encontrar datos suficientes de atropellamientos de fauna silvestre y tampoco información completa sobre su impacto –dice Mirna Manteca–. “La SICT tiene muy poca información; sólo en algunos casos reportan estos como 'accidentes con seres movientes'”. La falta de seguros para vehículos (sólo el 27% de los automóviles en el país está asegurado) y el hecho de no se informan este tipo de incidentes a las aseguradoras, como sí pasa en Estados Unidos, Canadá u otros países, es un factor más a tomar en cuenta.

Si bien existen varias iniciativas para reportar vida silvestre atropellada en carreteras, como esta plataforma colaborativa de INaturalistMX en la que participa Wildlands Network lo salvaje life Observatorio de Movilidad y Mortalidad Vial para México (un proyecto del Instituto Mexicano del Transporte, cerrado al público) , son esfuerzos parciales para documentar un problema que es mucho más grave.

Uno de los titulares de noticias tras el informe de Wildlands Network sobre el atropello de una hembra de oso negro en el tramo Ímuris-Cananea de la Carretera 2 en Sonora. Titular por ADN40

Sólo mirar las noticias da una idea de los impactos de la fragmentación del hábitat y la falta de pasos de fauna . Por ejemplo, en los dos años posteriores a la construcción de la carretera Villahermosa-Escárcega en el estado de Tabasco, la población de monos aulladores, especie en peligro de extinción, se redujo a la mitad en un tramo de 8 kilómetros . En Sonora, el monitoreo de Wildlands Network documentó más de 330 animales atropellados pertenecientes a 43 especies , siete de las cuales se encuentran bajo alguna categoría de protección. Esta carretera cruza la región de las Islas del Cielo, un importante corredor ecológico para jaguares, osos negros y ocelotes.

Sin estadísticas y datos, es difícil que el Estado mexicano reconozca que se trata de un tema público que merece atención inmediata : “Necesitamos evaluar y realizar un recuento real de lo que significa que no existan pasos de fauna y la fragmentación de los corredores ecológicos afecta en última instancia la calidad de vida de las comunidades y las personas”, dice Gina Chacón.

El trabajo de investigación y monitoreo del equipo de Wildlands Network México en la Carretera Federal 2, en Sonora

Paso a paso

Las biólogas Mirna Manteca y Cecilia Aguilar del equipo Wildlands Network han sido invitadas a decenas de encuentros con cientos de funcionarios gubernamentales, ingenieros de la SICT, proveedores y con “quien se acerque a escuchar” –como dice Mirna– para explicar, con información científica presentada de forma accesible, por qué la conectividad ecológica es importante y por qué es urgente desarrollar buenas prácticas para la construcción de pasos de fauna en proyectos de infraestructura. “Hay vacíos de información en México sobre el movimiento de la fauna que es necesario llenar”, explica.  

Este es un esfuerzo de difusión, de “ir sembrando semillitas” entre las nuevas generaciones de profesionales, pero también de “catalizar estas conversaciones entre las personas que están en puestos de poder” en torno a la ecología de carreteras, que va rindiendo frutos poco a poco. Según Mirna, “México está en el punto en el que va a empezar a hacer las cosas bien. Afortunadamente, cada vez hay más interés y más conciencia, al menos entre los funcionarios de la SICT, y vemos que ya se reconoce como un problema entre los tomadores de decisiones”.  

Mirna Manteca, codirectora del Programa Wildlands Network Noroeste de México, explica la importancia de la conectividad ecológica en uno de los simposios de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres (AMIVTAC)

Poco a poco, también están surgiendo algunas historias de éxito, gracias a que las comunidades afectadas exigen que los gobiernos coloquen pasos de fauna "bien hechos". Además, los estudios de impacto ambiental de algunos proyectos, previos a la ejecución de las obras, están siendo realizados por equipos técnicos (biólogos, ecólogos, ingenieros) con mayor preparación y conocimiento sobre ecología vial. 

Otra buena noticia es que cada vez hay más organizaciones trabajando en ecología de carreteras. Dado el interés y la participación creciente en torno al tema, Mirna Manteca quiere promover un grupo de trabajo de la sociedad civil para compartir datos, conocimientos y tecnología, hacer incidencia y fomentar el acceso público a la información.   

“Mi sueño es tener un mapa interactivo y colaborativo de todos pasos de fauna en México. Como la Wildlands Network creada para California, Estados Unidos , que incluye 244 pasos de fauna y 62 sitios prioritarios para nuevos proyectos. Un mapa de este tipo mostraría todo el trabajo que queda por hacer, pero también demostraría que estamos avanzando, poco a poco”, afirma.

Gina también ve oportunidades en esta coyuntura. Espera que la norma pendiente sea una oportunidad para hacer las cosas bien: rebustecer el marco legal y abrir las puertas a la colaboración técnica entre distintas instancias de los tres niveles de gobierno, la sociedad civil organizada y otras instituciones que tienen mucho que aportar. Además de llevar el tema al diseño de políticas públicas, “creo que deben abrirse más conversaciones con la población y desarrollar programas de educación ambiental en todos los niveles”.  

Sí, hay un largo camino por recorrer, pero para Gina Chacón, hoy más que nunca “hay voluntad política para implementar pasos de fauna bien planificados, ejecutados y monitoreados, tanto en proyectos en curso como en proyectos terminados. La prioridad debe ser garantizar la conectividad del hábitat en este país con una inmensa diversidad biológica”. 

Agradecemos a Patricia Cruz, de Biota Corporativo Ambiental, y a Gilberto Pozo-Montuy, de Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (Cobius), por brindar información valiosa para esta historia.

Mafer Wray

Mafer Wray es asesora senior de comunicación en Wildlands Network.

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