¿Adónde van los pasos de fauna? Un vistazo al proceso de colocación
Una osa negra y su cría juegan en su hábitat natural en California. Vídeo de Pathways for Wildlife.
Es una de las preguntas más frecuentes que escuchamos: ¿Cómo saber dónde ubicar los cruces de fauna silvestre?
La respuesta comienza por intentar comprender dónde, por qué y cómo se mueve la vida silvestre.
Con esta comprensión, creamos un mapa y una visión. En Wildlands Network, no solo buscamos los puntos de cruce de caminos para los animales. Observamos el panorama general: cómo se desplazan las especies a través de paisajes enteros, qué interrumpe ese movimiento y cómo podemos reconectar la vida salvaje .
Así es como lo hacemos.
Paso 1: Comience con Wildways
Una visión de un paisaje conectado a través de nuestra Ruta Salvaje del Este, pintada por Michael Reagan. Mapa de Wildlands Network
Las rutas silvestres son la base de nuestro trabajo: una red de hábitats conectados que se extiende desde Canadá hasta México. Son como autopistas continentales para la vida silvestre, conectando grandes áreas silvestres con los corredores que los animales utilizan para viajar, migrar, dispersarse y adaptarse a un mundo cambiante.
Identificamos núcleos de hábitat (áreas protegidas o críticas) y los corredores que los conectan. Algunos de estos caminos aún funcionan, pero muchos necesitan ayuda. Ahí es donde entran en juego los pasos de fauna.
Paso 2: Sigue la vida salvaje .
Al tener que atravesar una carretera concurrida para encontrar comida, agua y refugio para su familia, la osa negra y sus cachorros casi chocan al cruzar. Video de Pathways for Wildlife.
Dejamos que los animales lideren el camino y los datos nos cuentan la historia. Utilizando cámaras de rastreo, datos de collares GPS, muestras de ADN y estudios de rastreo, estudiamos cómo se desplaza la fauna silvestre, ya sea un ciervo mulo migrando con las estaciones, un puma dispersándose hacia un nuevo territorio o un borrego cimarrón recorriendo terrenos accidentados en busca de alimento y agua.
También utilizamos modelos avanzados para predecir las zonas con mayor probabilidad de desplazamiento de las especies en el paisaje, especialmente donde el movimiento es esencial para su supervivencia. Más información sobre nuestras técnicas de modelado aquí .
Paso 3: Encuentra los obstáculos
Tras chocar con un vehículo, este oso no tuvo tanta suerte. Foto: Wildlands Network
Una vez que tenemos una comprensión básica de cómo y dónde se mueven los animales, dirigimos nuestra atención a lo que se encuentra en su camino: las carreteras.
Evaluamos las intersecciones de carreteras con corredores y núcleos de hábitat importantes . En caso de existir dichas intersecciones, el volumen de tráfico es una herramienta útil para identificar las zonas más problemáticas:
Menos de 2.500 vehículos/día: bajo impacto sobre la fauna.
2.500–10.000 vehículos/día: alto riesgo de colisiones; aquí es donde encontramos la mayor cantidad de víctimas en la carretera.
Más de 10.000 vehículos al día: a menudo una barrera total para la vida silvestre, donde los animales evitan las carreteras o nunca las cruzan con éxito.
Nos centramos en las carreteras donde estas presiones son mayores y donde se necesitan con mayor urgencia cruces seguros.
Paso 4: Localizar el sitio
Nuestra más reciente identificación de un sitio prioritario para el cruce de fauna silvestre en California, que albergará osos negros, venados mulos, pumas y más. Mapa de Wildlands Network
Es hora de ser más específicos. Solemos buscar tres indicadores clave al ubicar los puntos de cruce:
Puntos de estrangulamiento: tramos estrechos donde un tipo particular de hábitat se estrecha y conecta dos áreas silvestres más grandes (creando una forma de reloj de arena). Esto puede ocurrir de forma natural o debido a la actividad humana.
Puntos críticos de atropellos: una sección de carretera en la que se observan atropellos de animales silvestres con mayor frecuencia que en los tramos de carretera circundantes debido al volumen de tráfico, las configuraciones de la carretera (por ejemplo, curvas ciegas) o el hábitat preferido de la vida silvestre.
Efectos de barrera: los altos volúmenes de tráfico crean una perturbación visible y audible tan grande que las especies pueden evitar una carretera por completo o intentar cruzarla rara vez, incluso si todos los demás datos indican que deberían moverse a través del paisaje.
Utilizando todos estos datos e investigación refinada, nos centramos en los 5 a 10 sitios más críticos donde una estructura de cruce tendría el mayor impacto, dando como resultado menos colisiones entre vehículos y vida silvestre, mayores poblaciones de vida silvestre y una mejor conectividad a escala del paisaje.
De la visión a la realidad
La osa negra y su cría ahora pueden acceder a su hábitat de forma segura a través de una carretera mediante un paso subterráneo. Vídeo de Pathways for Wildlife.
Una vez seleccionados los sitios, colaboramos estrechamente con las agencias de transporte y nuestros socios para pasar de la planificación a la construcción. Nuestro equipo apoya cada etapa: solicitud de subvenciones, recopilación de datos sobre las especies, coordinación de reuniones del proyecto, colaboración con fideicomisos de tierras y la participación activa de las comunidades.
Y nunca olvidamos la pieza final y crucial: el cercado. Sin él, los animales pueden evitar los cruces por completo. El cercado les ayuda a encontrar con seguridad las estructuras que reconectan su mundo.
Este trabajo se basa en la ciencia, se impulsa mediante colaboraciones y se guía por la convicción de que podemos conectar y restaurar el continente para que las personas y la vida silvestre puedan prosperar juntas. Manténganse al tanto: próximamente, compartiremos cómo los animales utilizan estos cruces y cómo les ayudamos a encontrar su camino.