Una conversación con Mirna Manteca sobre la conservación transfronteriza

Mirna Manteca , nuestra codirectora del programa Noroeste de México, creció en la zona fronteriza de Estados Unidos y México. Ella aporta una perspectiva personal a su trabajo, viendo más allá de las fronteras políticas hacia una comunidad binacional conectada de personas y vida silvestre.

En su papel como directora del programa, Mirna ha liderado a nuestro equipo hacia un progreso significativo en la restauración de la conectividad del hábitat a través de barreras culturales y físicas en las zonas fronterizas, incluidas carreteras, ferrocarriles, ciudades y el muro fronterizo. En el proceso, ha ayudado a proteger una variedad de especies, incluidos jaguares, osos negros, ocelotes, tejones americanos, serpientes de cascabel, ranas leopardo de las tierras bajas y monstruos de Gila.  

Mirna compartió con nosotros su perspectiva personal sobre el trabajo transfronterizo basada en su experiencia de reunificación de las zonas fronterizas. 

¿Por qué le apasiona restaurar, reconectar y reconstruir América del Norte?   

Siempre he estado profundamente enamorado de mi hogar. Cuando era niño, pasaba los veranos en el rancho de mis abuelos en Arizpe, Sonora. Corrí detrás de mariposas cola de golondrina, atrapé saltamontes de colores del arcoíris con mis manitas y exploré los estrechos cañones en busca de una tinaja de buen tamaño para darme un chapuzón o buscar sapos.   

Esas primeras experiencias me moldearon como persona: mis sueños, mis metas y mi camino profesional. No hay nada como encontrar huellas de osos negros en el campo y saber que tu trabajo beneficiará a esa persona.   

¿Qué tipos de puntos de vista y perspectivas aporta a su trabajo en Wildlands Network ?   

Creo firmemente que, para marcar la diferencia, debemos abordar una amenaza para la conservación desde todos los frentes, a veces al mismo tiempo. La ciencia informa el trabajo de políticas y garantiza la sostenibilidad en los niveles superiores, y la participación de la comunidad garantiza la sostenibilidad en los niveles inferiores. La colaboración entre disciplinas es esencial.   

    

¿Cómo han informado estas perspectivas su trabajo en la autopista 2 y la autopista 14?   

Estas carreteras atraviesan mi casa. He viajado por estas carreteras y he visto atropellos toda mi vida. Nunca pensé que podría hacer algo al respecto, por eso ahora, con mi trabajo en Wildlands Network , me siento increíblemente afortunado de ser parte del esfuerzo por reconectar estos paisajes.   

Con estas carreteras, hemos trabajado incansablemente recopilando datos de uso de alcantarillas y atropellos y reuniéndonos con funcionarios de transporte a nivel local y nacional para explorar formas de instalar estructuras de mitigación en lugares clave. También estamos comenzando a explorar el aspecto comunitario de la ecología de las carreteras trabajando con los propietarios de terrenos adyacentes a la carretera. Es importante comprender que el cambio no surgirá únicamente de nuestro trabajo. Está en manos de muchos responsables de la toma de decisiones y depende de muchos procesos que escapan a nuestro control directo.   

    

¿Por qué es tan importante trabajar a través de la frontera entre Estados Unidos y México para restaurar América del Norte?  

Se ha dicho un millón de veces, pero vale la pena repetirlo. La naturaleza no conoce fronteras. Los ciclos naturales, el movimiento y las necesidades de la vida silvestre no están ligados a fronteras y jurisdicciones humanas. Si queremos restaurar América del Norte, debemos tomarnos de la mano a través de fronteras y culturas para proteger nuestros recursos colectivos, nuestra biodiversidad y nuestros procesos naturales . Tenemos que estar conectados y alineados, no divididos, para lograr un impacto positivo.

    

¿Cómo le ha ayudado su experiencia personal y profesional en las zonas fronterizas a trabajar entre culturas?  

Mis primeras palabras fueron en español, pero realmente aprendí a leer y escribir en inglés. Por eso siempre he dicho que el inglés es mi segundo primer idioma. He estado yendo y viniendo a través de la frontera toda mi vida por diferentes motivos. He estudiado, trabajado y vivido en ambos lados de la frontera y siempre me sentí como en casa en ambos lados.   

Creo que ser alguien que tiene un pie en ambos países y se siente cómodo en ambas culturas me ha ayudado a ver el panorama más amplio de la conservación transfronteriza . Los objetivos y desafíos de la conservación son prácticamente los mismos en México y Estados Unidos, pero el enfoque y las necesidades son diferentes en cada lado. Por ejemplo, para reconectar el hábitat al otro lado del muro fronterizo, podemos trabajar estrechamente con agencias estatales en los EE. UU. y propietarios privados de tierras y representantes comunitarios en México.

Sin embargo, estas diferencias no necesariamente dividen: se complementan cuando trabajamos juntos. El conocimiento y la experiencia contrastantes hacen de las zonas fronterizas un lugar enriquecedor para trabajar.  

¿Qué desafíos ha enfrentado en el proceso?  

El mayor desafío que he enfrentado trabajando en la zona fronteriza, además del acoso de la Patrulla Fronteriza, es no poder compartir mis viajes y trabajo con mi pareja. Durante años no hemos logrado conseguirle una visa para viajar a Estados Unidos. Siempre ha sido un crudo recordatorio de que, aunque la naturaleza no conoce fronteras, los humanos sí.  

¿Cómo imagina el papel de Wildlands Network para ayudar a dar forma al trabajo de conservación en las zonas fronterizas en el futuro?  

En mi corta pero significativa carrera profesional, he aprendido que, al final del día, las organizaciones son un reflejo de las personas que las componen. Desde el liderazgo hasta los pasantes, admiro constantemente a mis colegas.   

Además, Wildlands Network nos posiciona estratégicamente en lugares clave donde podemos aprovechar nuestras habilidades y conocimientos colectivos para generar un impacto positivo. Por ejemplo, nuestro equipo del Noroeste de México trabaja en investigaciones y asociaciones estratégicas con nuestro Coordinador del Programa Borderlands con sede en EE. UU., Myles Traphagen, que ha sido vital para promover la defensa contra el muro fronterizo. Considero que nuestro papel en las zonas fronterizas es el de fomentar la comprensión de que las zonas fronterizas no son dos mitades, sino un paisaje fluido y conectado que va más allá de las ideas humanas sobre propiedad y política.

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